Texto: Milagros López
ESCULTURA DE RAIZ AUTOCTONA: ESCULTURA MAPUCHE.- Entre la VIII Región del Bío Bío y la IX Región de la Araucania, hay obras que han sido realizadas entre final del siglo XIX y comienzos del XX, antropomorfas, zoomorfas y totémicas que reflejan con autenticidad una cultura ancestral y es realizada por autores desconocidos.
Son esculturas de piedra trabajadas en forma primitiva. Muestran un pueblo familiar cuyos dioses son la naturaleza. En sus temas representan a los seres queridos y estimados, la vida cotidiana. Obras que son la propia expresión de un pueblo nómada en busca de territorio.
La escultura mapuche fascina por su sencillez. Se centra en la representación de lo esencial de la obra. La piedra pura, sin pintura y, con frecuencia, no trabajada en todas sus partes, impresiona por el material y la intervención del artista.
Lo mapuche lleva la mirada hacia la Madre Tierra, hacia el interior de las cosas.
ESCULTURA DE FORMACIÓN ACADÉMICA
José Miguel Blanco (1839 – 1897) – Santiago de Chile. Precursor de la escultura chilena, sigue los cánones europeos propios del academicismo.
Realizó obras con materiales tradicionales utilizando técnicas como la talla en piedra o en mármol y el vaciado en bronce.
Algunas de sus obras permanecen en bocetos en materiales más baratos como el yeso o la terracota.
La temática gira en torno a la alegoría y a la historia, trata motivos populares y costumbristas.
Autor de uno de los bronces más populares de Chile: “El tambor en descanso”.
El tambor en descanso
Virginio Arias (1855 – 1941) Ranquil. Se manejó en las técnicas y el estilo academicista desarrollando preferentemente el tema de la figura humana. Buscaba unir en cada una de sus obras la trilogía: “verdad, vida y belleza” que era la ley para los académicos y la base para formar una armonía clásica en la composición.
Contemporáneo de la Guerra del Pacífico, bajo esta impresión realizó obras que tienden a la monumentalidad y debido también a la influencia romántica que sintió en Francia donde vivió algunos años.
Logró equilibrar neoclasicismo, realismo y romanticismo con gran calidad.
Sus obras más conocidas:
- “Un héroe del Pacífico”, denominada también como “El roto chileno”.
- “Monumento al general Baquedano”.
- “La Araucana”, que muestra a una representante de los ancestros chilenos.
- “El descendimiento”.
El descendimiento
Nicanor Plaza (1844 – 1918) – Santiago de Chile. Perteneció a la primera generación del curso de escultura en la recién inaugurada Academia de Bellas Artes, siendo alumno de Auguste François.
Fue becado para continuar sus estudios en Francia donde permaneció nueve años. Más tarde fue director de la Academia de Bellas Artes y sus últimos años los pasó en Florencia.
Entre sus obras destacan:
- “Caupolican”.
- “Quimera”.
- “Prólogo y epílogo”.
- “Estatua de Andrés Bello”.
- “Estatua de Domingo Eyzaguirre”.
- “Estatua de Francisco Bilbao”.
Caupolicán
Simón González (1859 – 1919). Tuvo como hermano mayor al pintor Juan Francisco González. En 1878 ingresó en la Academia de Bellas Artes, donde fue alumno de Nicanor Plaza.
Recibió una beca para perfeccionarse en París y allí siguió veinte años más. Aprendió nuevas técnicas que aparecían en los recientes movimientos de vanguardia artística. Influenciado por Auguste Rodin.
Cuando regresó a Chile fue profesor en la Escuela de Bellas Artes de Santiago.
Sus obras muestran un realismo de corte social y una expresión que se imponía sobre las normas académicas.
El mendigo
Rebeca Matte (1875 – 1929). Artista independiente que, sin embargo, coincide con la generación académica de fines del siglo XIX debido a la concepción estética de su obra, el valor del tema y el gran dominio de la técnica en el uso de materiales nobles.
Inicia sus estudios de escultura en Roma con el maestro Giulio Monteverde. Fue profesora de la Academia de Bellas Artes de Florencia. También vivió en París.
Trabajó la talla directa del mármol y el vaciado en bronce. Su obra destaca por su madurez y su técnica.
Entre sus obras más conocidas están:
- “La guerra”.
- “Héroes de la Concepción”.
- “Icaro y Dédalo”.
- “El eco”.
- “Militza”.
- “Dolor”.
- “Mi hija”.
Ícaro y Dédalo
Tótila, Albert (1892 – 1967). Realizó obras en mármol, bronce, yeso y cemento con las que exploró la representación de la figura humana.
Formó parte del grupo de pioneros que, en Chile, rompieron con las normas académicas de representación y ejecución, esto se traduce en el reemplazo de la técnica del boceto en arcilla, que luego se vacía a un molde para conseguir la obra definitiva, por la talla directa sobre el material, lo que evidencia la “huella” del autor, resalta las diferencias de texturas y consigue obras de resolución más espontánea y libre.
Es autor de un bronce de un cuerpo femenino que no lleva título, donde vemos un manejo impecable en la definición de los músculos, en una cuidada torsión, comprometiendo a la vez la posición y la dirección de toda la figura.
Otra obra destacada es “La Tierra” donde refleja movimiento y dinamismo.
La Tierra
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