lunes, 11 de febrero de 2013
Micro relato de Jorge Luis Borges
EL
AMENAZADO
Jorge Luis Borges
Es
el amor, tendré que ocultarme o huir. Crecen los muros de su cárcel, como un
sueño atroz.
La
hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única ¿de qué me servirán
mis talismanes; el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje
de las palabras que usó al áspero norte para cantar sus mares y sus espadas, la
serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos,
el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche
intemporal, el sabor del sueño?.
Estar
contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra
sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido
los que me miran por las ventanas, pero la sombra no me ha traidor la paz.
Es,
ya lo sé, el amor; la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la
memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. Es el amor con su mitología, con
sus pequeñas magias inútiles.
Hay
una esquina por la que no me atrevo a pasar. Ya los ejércitos se cercan, las
hordas (esta habitación es irreal; ella no la ha visto). El nombre de una mujer
me delata. Me duele una mujer en todo el cuerpo.
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