No producía colores, ni sombras, ni reflejos.
El viejo, el cojo, la tísica y la abuela.
Ya suena la cuarta, la quinta campanada
Metáforas:
Una cascada de pelo
El sol reviste con una coraza de fuego en las que se rompen las flechas del invierno
Oxímoron:
Un sonido de asombro infinito
Una soledad en las que los pasos se encadenaban cansinamente
El viento golpeaba la ventana con los puños gritando
Si el viento hubiera entrado por la ventana y encendido el fuego
Cada uno de sus pasos estaba animado de una alegría
Relato Fantástico de lenguaje actual y comprensible.
Tan sólo la inocencia e ilusión del niño hace posible su resurrección. Aunque a los demás componentes se les ofrece con el tañido de las campanas esa oportunidad, eligen seguir muertos como “antes”. Me ha parecido interesante.
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