Edgar Bayley
jueves, 24 de mayo de 2012
Autores consagrados. Micro relato de Edgar Bayley
El mensaje
Edgar Bayley
El Dr. Pi entró en el motel.
Descansaría. Todo estaba preparado. Muy pronto estaría en otra tierra. Antes
debía recibir un mensaje. Una respuesta al que él había mandado. Observó su
habitación y lo atrajo un cortinado verde. Lo descorrió. Era la entrada a un
túnel iluminado.
-Está bien –dijo el Dr. Pi-. Es
lo convenido. Sacaré algunas fotografías mientras llega el mensaje.
Se escuchó un estruendo
subterráneo.
-Sí, no hay duda. Éste es el
lugar.
Introdujeron un sobre por debajo
de la puerta. Pi lo abrió. Era el mensaje esperado. Alguien había escrito SI en
rojo. Pi se desnudó, se dio un baño, se puso una escafandra y unas chinelas y
se internó por el túnel. Anduvo unos metros por una calle en declive y muy
ancha. A ambos costados había escaparates de tiendas, consultorios y galerías
de arte. Un hombre gordo, de baja estatura y con un largo guardapolvo blanco,
lo invitó a pasar a su consultorio.
-Aquí está su solución.
-No busco soluciones –dijo el Dr.
Pi-, busco a una morocha.
-Usted no escarmentará nunca
–replicó el gordo, molesto.
-El escarmiento no es mi oficio
–contestó el Dr. Pi y apresuró el paso.
La pendiente de la calle se hacía
cada vez más pronunciada. Las chinelas y la escafandra le estorbaban. Dejó todo
al gordo y avanzó desnudo y a grandes zancadas hacia el final del túnel. Allí,
junto a un muelle, Beatriz lo esperaba en una canoa. Pi la besó con intensidad
y rapidez y empuñando los remos dijo:
-Tenemos que llegar al golfo
antes que Edgar.
Transcripción de Vida y memoria del doctor Pi y otros
relatos
Buenos Aires, Ultimo Reino, 1983
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