lunes, 30 de julio de 2012
A la hora de escribir los maestros opinan…
Friedrich
Nietzsche
Lo que importa más es la vida: el
estilo debe vivir.
El estilo debe ser apropiado a tu
persona, en función de una persona determinada a la que quieres comunicar tu
pensamiento.
Antes de tomar la pluma, hay que
saber exactamente cómo se expresaría de viva voz lo que se tiene que decir.
Escribir debe ser sólo una imitación.
El escritor está lejos de poseer
todos los medios del orador. Debe, pues, inspirarse en una forma de discurso
muy expresiva. Su reflejo escrito parecerá de todos modos mucho más apagado que
su modelo.
La riqueza de la vida se traduce
por la riqueza de los gestos. Hay que aprender a considerar todo como un gesto:
la longitud y la cesura de las frases, la puntuación, las respiraciones;
También la elección de las palabras, y la sucesión de los argumentos.
Cuidado con el período. Sólo
tienen derecho a él aquellos que tienen la respiración muy larga hablando. Para
la mayor parte, el período es tan sólo una afectación.
El estilo debe mostrar que uno
cree en sus pensamientos, no sólo que los piensa, sino que los siente.
Cuanto más abstracta es la verdad
que se quiere enseñar, más importante es hacer converger hacia ella todos los
sentidos del lector.
El tacto del buen prosista en la
elección de sus medios consiste en aproximarse a la poesía hasta rozarla, pero
sin franquear jamás el límite que la separa.
No es sensato ni hábil privar al
lector de sus refutaciones más fáciles; es muy sensato y muy hábil, por el
contrario, dejarle el cuidado de formular él mismo la última palabra de nuestra
sabiduría.
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