Cristina Ghiorghiu
Caminaron durante horas por los callejones abarrotados de gente. Cada máscara les sugería una víctima, cada antifaz un destino. Nada mejor que el carnaval en Dresde para pasar inadvertidos. Su aspecto siniestro, encajaba a la perfección en ese gran escenario. La ciudad era hoy su guarida. Parecían dos refugiados más llegados del Este.
De pie, uno junto al otro, observando al gentío, sentían la atracción que les unía. Él la envolvió con su túnica. Ella inclinó la cabeza. Dos perforaciones le adornaban el cuello como dos rubíes. En ese instante, un empujón hizo que salieran de su trance.
Decidieron buscar intimidad. El anonimato, en esas fechas, ya lo tenían asegurado.
Entraron en un portal.
- ¿Vienes a menudo?
- Todos los años, desde hace siglos. Pero hasta ahora, ninguna se había quedado conmigo.
- ¿Por qué?
- Eran débiles, y pasaban al otro lado en pocos minutos.
Se oyó un gran estruendo. Todo el edificio se derrumbó y quedaron sepultados. El 13 de febrero de 1945, les unió de por vida en su encierro.
La salida del sol habría puesto fin a su idilio. La Operación Trueno les regaló años de oscuridad, de cálida noche. Y allí siguen, bajo las ruinas.
Aún hoy, se les puede oír hablar, susurrarse palabras cariñosas. Esperan escapar algún día. Los vecinos han creado una leyenda entorno a sus voces. “Son los muertos sorprendidos por la guerra” Pero ellos, no están muertos, están hibernando. Cuando salgan, retomarán su amor, en el mismo punto en el que lo dejaron; pero con más fuerza, pues llevan ya sesenta y dos años juntos.
2 comentarios:
Buen relato, breve, escueto, que dice más de lo que está escrito sin necesidad de aludir a ello. Se sabe perfectamente quién es el personaje protagonista con sólo tres ligeras pinceladas: la capa, los caninos y su inmortalidad. Es entretenido y se ajusta a lo que pedí en el tema.
Juani
Este relato me encantó desde la primera línea, te quedó precioso, desde el comienzo sabes quien es el personaje. Le creaste un ambiente ideal para él con el Carnaval y por si fuera poco me encanta el final, con ese halo de leyenda.
Te felicito sinceramente. De nuevo te pido disculpas. Un abrazo. Pepi.
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