viernes, 5 de noviembre de 2010
Las alumnas y la profesora del Taller te recomiendan leer:
Lo que el día debe a la noche, Yasmina Khadra (pseudónimo femenino del escritor argelino en lengua francesa Mohammed Moulessehoul), por Juana Castillo.
Trata de la historia de un niño argelino, contada por él, en primera persona y que va desde la infancia a la vejez. Vive en carne propia las vicisitudes de una familia que se desintegra cuando tan sólo cuenta diez años de edad, pasa por las turbulentas consecuencias de la segunda guerra mundial y el comienzo del despertar de una nueva Argel, libre y sin ataduras.
Es una novela que se lee muy rápida y muy lenta a la vez: rápida, porque te engancha y no deseas dejar de leer; lenta, porque te hace pensar. Su prosa es de una delicada belleza, al menos quien haya traducido la obra se puede decir que estuvo muy inspirado.
En algún momento me recuerda a Camus y su "extranjero".
Ha habido una serie de frases que me han llamado poderosamente la atención:
* "Los hombres sólo inventaron a dios para entretener a sus demonios" (Pág. 19).
* Dice el narrador: "Renacía en mi piel de campesino, comprobando feliz que mi ropa de ciudad no me había pervertido el alma. Si la ciudad era una ilusión, el campo sería una emoción cada vez mayor; cada nuevo día era el amanecer de la humanidad, cada noche llega como una paz definitiva". (Pág. 109).
* Asura del Corán: "Quien mata a una persona habrá matado a la humanidad entera" (Pág. 170).
* "Si el amor te hace una faena, es que no te lo mereces; lo más noble consiste en devolverle su libertad; ése es el precio por querer de verdad". (Pág. 212).
* Dice el narrador protagonista al hablar de la pareja formada por sus tíos: "Eran el amor sin concesiones. El amor perfecto. En la charia, es imperativo que una no musulmana se convierta al Islam antes de casarse con un musulmán. Mi tío no estaba de acuerdo. Poco le importaba que su mujer fuera cristiana o pagana. Decía que cuando dos seres se quieren, se libran de sus imposiciones y anatemas; que el amor amansa a los dioses y no se negocia, pues todo arreglo o componenda agravia su sacralidad". (Pág. 217).
* "Nada se puede contra lo que está escrito [...] mucho más adelante aprendería esta verdad: No hay nada escrito. De no ser así, los pleitos no tendrían justificación, la moral no pasaría de ser una vieja arpía y ninguna vergüenza tendría que ruborizarse ante el mérito. Por supuesto que hay cosas que nos sobrepasan, pero solemos ser nosotros los artífices de nuestras desgracias [...]. La desgracia es un callejón sin salida. Lleva directamente al muro. Si quieres librarte de ella, aléjate de espaldas. Así creerás que retrocede mientras le plantas cara". (Págs. 244-245).
* [...] sólo hay un dios en la tierra, y ése eres tú. Si el mundo no te gusta como es, reinvéntate otro, y no permitas que ninguna pena te baje de tu nube. La vida sonríe siempre a quien sabe pagarle con la misma moneda". (Pág. 248).
* [...] basta que una mujer te quiera para tener todas las estrellas a tu alcance y que no haya una divinidad que te llegue a los tobillos". (Pág. 252).
* "Si quieres convertir tu vida en eslabón de eternidad y permanecer lúcido hasta en el corazón del delirio, ama. Ama con todas tus fuerzas, ama como si no supieras hacer otra cosa, ama hasta encelar a príncipes y dioses..., pues sólo en el amor la fealdad embellece". (Pág. 324).
* Quien deja pasar la más bella historia de su vida no tendrá otra edad que la de sus pesares y no habrá suspiro en el mundo capaz de mecerle el alma". (Pág. 324).
* "La vida es un tren que no se detiene en ninguna estación. O lo tomas en marcha, o lo miras pasar desde el andén, y no hay peor tragedia que una estación fantasma". (Pág. 331).
* Inscripción en el cementerio de Saint-Pierre: "La auténtica tumba de los muertos es el corazón de los vivos". (Pág. 335).
* "[...] quien no encuentra solución a su desgracia, se busca un culpable". (Pág. 348).
Ésta es sólo una selección de frases... La obra es digna de ser leída y comentada. J. Castillo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario