Ayer miércoles, 27 de abril de 2011, en la ciudad de Alcalá de Henares (Madrid) y cuna del insigne literato que da nombre al galardón, la escritora Ana María Matute recibió de manos de S.M. el Rey el Premio Cervantes 2010.
La autora y académica de la lengua, nacida en Barcelona el año 1925, basó su discurso en referencias autobiográficas. Se centró, sobre todo, en sus comienzos con la ficción, años precoces ya que, según sus propias palabras, comenzó en el mundo de las letras a la temprana edad de cinco años.
También tuvo unas cariñosas palabras en recuerdo al poeta chileno GONZALO ROJAS, fallecido el pasado lunes 25 de abril a los 93 años.
A continuación, y antes de seguir con la homenajeada, decir que Gonzalo ROJAS, nacido en Lebu el 20 de diciembre de 1917 y fallecido en Santiago de Chile, perteneció a la llamada “Generación de 1938”.
Obtuvo, entre otros, los premios:
Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 1992.
Premio Nacional de Literatura de Chile 1992.
Premio Cervantes 2003.
Según Ana María Matute y retomando una frase de San Juan quien dijo: “El que no ama está muerto”, ella apunta: “Y yo me atrevo a decir: `El que no inventa no vive”. Y añade: “A la literatura, como en la vida, se entra con dolor y lágrimas”.
La autora de Olvidado Rey Gudú, ha destacado la relevancia del cuento, de los relatos cortos. Según sus palabras, recogidas en el diario El País del 27 de abril, dice en su discurso:
“Desde el primer cuento inventado a los cinco años, hasta el último libro, que recoge casi todos, compruebo con satisfacción que por fin el cuento ha ingresado entre los géneros respetados de nuestra literatura. Aun cuando contemos entre sus cultivadores desde el inmenso Cervantes, que honra con su nombre este premio, hasta los más recientes de nuestros escritores jóvenes y no tan jóvenes, hasta hace poco aún se lo ha considerado literatura “menor”. Pero por fin se empieza a reconocer el cuento”.
“Me estremece pensar que se mutilan, bajo pretextos inanes de corrección política más o menos oportunos, y que unas manos depredadoras, imaginando tal vez que ser niño significa ser idiota, convierten verdaderas joyas literarias en relatos no sólo mortalmente aburridos, sino, además, necios”.
Como cierre a su discurso afirmó: “Ahora, tras estas deshilvanadas palabras, me permito hacerles un ruego: Si en algún momento tropiezan con una historia o con alguna de las criaturas que transitan mis libros, por favor, créanselas. Créanselas, porque me las he inventado”.
OBRA
Los Abel (1948)
Fiesta al noroeste (1952)
Pequeño teatro (1954)
En esta tierra (1955)
Los hijos muertos (1958)
Primera memoria (1959)
Los soldados lloran de noche (1963)
Algunos muchachos (1964)
La trampa (1969)
La torre vigía (1971)
El río (1973)
Luciérnagas (1993)
Olvidado rey Gudú (1996)
Aranmanoth (2000)
Paraíso inhabitado (2008)
Relatos cortos y cuentos para niños:
La pequeña vida (1953)
Los niños tontos (1956)
Vida nueva (1956)
El país de la pizarra (1957)
El tiempo (1957)
Paulina, el mundo y las estrellas (1960)
El saltamontes y El aprendiz (1960)
A la mitad del camino (1961)
El libro de juegos para los niños de otros (1961)
Historia de la Artámila (1961)
El arrepentido (1961)
Tres y un sueño (1961)
Caballito loco y Carnavalito (1962)
El río (1963)
El polizón del "Ulises" (1965)
El aprendiz (1972)
Sólo un pie descalzo (1983)
El saltamontes verde (1986)
La Virgen de Antioquía y otros relatos (1990)
De ninguna parte (1993)
La oveja negra (1994)
El verdadero final de la Bella Durmiente (1995)
El árbol de oro (1995)
Casa de juegos prohibidos (1996)
Los de la Tienda (1998)
Todos mis cuentos (2000)
La puerta de la luna. Cuentos completos (2010)
Premios Cervantes femeninos:
- María Zambrano – España – 1988
- Dulce María Loynaz – Cuba – 1992
- Ana María Matute – España - 2010
Madrid, 28 de abril de 2011
1 comentario:
Me emocionó mucho verla, y no descansé hasta que pude leer su discurso integro, el cual me encantó, ya sabes cuanto la admiro, su último libro, La puerta de la luna, lo tengo como un tesoro, como me gustaría poder tener su firma en el.
Este premio hace años que debería tenerlo en su poder.
Besitos.
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