Juana Castillo Escobar ®
Mujer:
¡Levántate y anda!
Camina
Con la frente bien alta,
Con la mirada fija
Directa al mañana.
Mujer:
¡Levántate y anda!
Camina
Feliz, orgullosa,
Con esperanza
En nuevas etapas.
Mujer:
¡Levántate y anda!
Camina
Dichosa.
Piensa que fuiste creada
Y, como diosa,
Entronizada.
Mujer:
¡Levántate y anda!
Camina
Como reina
Por la tierra,
Diosa,
Tierra fértil,
Misteriosos cuerpo y alma.
Mujer:
¡Levántate y anda!
Camina,
Milagro andante,
Tú que en las entrañas la vida llevas,
Tú que puedes ser madre,
Tú que puedes, la vida, darla.
Mujer:
¡Levántate y anda!
Camina
Orgullosa, esperanzada,
Abriendo nuevos senderos,
Mirando al frente,
Sin temores pues tú eres:
Diosa que da vida,
Diosa en cuerpo y alma.
Dedico este poema a todas las mujeres, trabajadoras por cuenta ajena o no, para que ninguna de nosotras olvidemos nuestra esencia y nos sepamos valorar. Y, en especial, se lo dedico a todas las amas de casa que son, además: economistas, cocineras, psicólogas, asistentas, enfermeras, planchadoras, señoritas de compañía, esposas, madres, amigas, confidentes... Sin un sueldo fijo, ni derecho a jubilación, ni tan siquiera a tomarse una baja por enfermedad, es más, ni siquiera nos jubilamos, la vida es quien nos jubila...
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