jueves, 5 de junio de 2014
A la hora de escribir los maestros opinan…
Consejos a los jóvenes literatos
- Charles Baudelaire
Los preceptos que se van a leer
son fruto de la experiencia; la experiencia implica una cierta suma de
equivocaciones; y como cada cual las ha cometido –todas o poco menos-, espero
que mi experiencia será verificada por la de cada cual.
I
DE LA SUERTE Y DE LA MALA SUERTE EN LOS COMIENZOS
Los jóvenes escritores que hablando de un colega novel dicen
con acento matizado de envidia: "¡Ha comenzado bien, ha tenido una suerte
loca!", no reflexionan que todo comienzo está siempre precedido y es el
resultado de otros veinte comienzos que no se conocen.
...creo más bien que el éxito es, en una proporción
aritmética o geométrica, según la fuerza del escritor, el resultado de éxitos
anteriores, a menudo invisibles a simple vista. Hay una lenta agregación de
éxitos moleculares; pero generaciones espontáneas y milagrosas jamás.
Los que dicen: "Yo tengo mala suerte", son los que
todavía no han tenido suficientes éxitos y lo ignoran.
***
Libertad y fatalidad son dos contrarios; vistas de cerca y
de lejos son una sola voluntad.
Y es por eso que no hay mala suerte. Si hay mala suerte, es
que nos falta algo: ese algo hay que conocerlo y estudiar el juego de las
voluntades vecinas para desplazar más fácilmente la circunferencia.
---o0o---
lunes, 2 de junio de 2014
Encuesta
Del
salón en el ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidada, silenciosa y... El
autor es...
Los autores propuestos fueron:
Antonio
Machado
Gertrudis
Gómez de Avellaneda
Gustavo
Adolfo Bécquer
Rosalía
de Castro
Miguel
Hernández
George
Sand
(Las cinco personas que "jugaron" a las "adivinanzas" en la encuesta que se propuso, la acertaron).
Rima
VII
Gustavo
Adolfo Bécquer - España: 1836-1870
Del
salón en el ángulo oscuro,
de
su dueño tal vez olvidada,
silenciosa
y cubierta de polvo
veíase
el arpa.
¡Cuánta
nota dormía en sus cuerdas,
como
el pájaro duerme en las ramas,
esperando
la mano de nieve
que
sabe arrancarlas!
¡Ay!
-pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así
duerme en el fondo del alma,
y
una voz, como Lázaro, espera
que
le diga: «Levántate y anda!»
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